Juan Zurita
Las relaciones entre la pintura y el repertorio de imágenes surgido de la difusión de la fotografía desde un punto de vista conceptual y desde un punto de vista formal, tal como las ha explorado con enorme éxito Gerhard Richhter, deben ser asimiladas. dejar de ser imitadas y conducir a formulaciones inéditas. Juan Zurita (Aguaviva, Teruel, 1975) trata de establecer su propio discurso sobre la pintura como mirada contemporánea.
Zurita se centra en el ámbito urbano, con sus dimensiones estética sociológica. Adoptando un tono que enlaza con la mirada anecdótica y emblemática de los Catalán-Roca, Ricard Terrè o Joan Colom. Zurita se centra en el gesto, el desplazamiento y el lugar de hombres y mujeres que transitan y habitan la ciudad. Las personas, los ciudadanos, son entendidos como elementos dinámicos, integrados o contempladores. Se enfrentan o se fusionan al magma seductor de las luces. Estableisen ritmos, son creadores de movimiento cromático. Las figuras se licúan. se desdibujan en el entorno y se perfilan en el ambigüedad de las fosforescencias que llampeguen entre escaparates y calles. El color que las rodea a la vez las construye. La preocupación de Zurita parece, pues, irse decantando hacia la definición fluctuante e inestable de los estímulos visuales como principal motivo generador de pintura. Y que sus obras se balanceen entre la melancolía de la fugacidad y el sensualismo de un cromatismo exaltado indica la complejidad del camino acertado.
Àlex Mitrani